¿CALIBRAR, AJUSTAR O VERIFICAR?

En metrología es fundamental el correcto uso de los términos. Esto nos permite unificar criterios entre usuarios, laboratorios y organismos de metrología. Por otro lado, nos ayuda a desterrar algunos términos de uso habitual en nuestra vida cotidiana que están siendo mal utilizados. Un claro ejemplo es la palabra calibrar y todos sus derivados. Hay otros: error, rango, precisión, exactitud. Los veremos de a poco.

CALIBRAR-AJUSTAR-O-VERIFICAR

En esta oportunidad vamos a analizar términos que suelen confundirse entre sí con frecuencia: calibrar, ajustar y verificar.

Si tuviéramos que resumirlo:

Calibrar consiste sólo en la acción de medir contrastando con un patrón o material de referencia y registrar los resultados para saber con certeza qué tan cercanos son los resultados que proporciona el instrumento de medición que está siendo analizado con un valor nominalmente verdadero. Por ejemplo calibrar un manómetro es comparar su indicación con un instrumento de mejor clase metrológica, digamos un calibrador de presión patrón. Lo que se hace en este caso es variar la presión de manera controlada y leer la indicación del manómetro a calibrar y la del patrón. Ambos datos se vuelcan a una gráfica, una tabla, o ambas. Lo que sabemos en realidad luego de una calibración es cómo está funcionando nuestro instrumento metrológicamente.

Ajustar ya implica intervenir al instrumento. Es decir, si luego de una calibración se detecta que existe un error sistemático (que podemos acotar al menos estadísticamente) podemos hacer que la indicación del instrumento calibrado se aproxime todo lo posible a la que indica el patrón (que consideramos como verdadero). En el caso anterior del manómetro, podríamos por ejemplo mover la aguja hasta que indique lo que nosotros deseamos en base a la medida del patrón o se acerque todo lo posible. No todos los instrumentos permiten ajuste. Tampoco todos los errores sistemáticos pueden corregirse o minimizarse. Es importante saber que siempre que realizamos un ajuste posterior a una calibración se debe realizar una nueva calibración para ver el resultado del mismo. Es decir, el procedimiento habitual es calibración + ajuste + recalibración.

Verificar es dar evidencia objetiva de que un elemento satisface los requisitos especificados. En otras palabras es comprobar que un instrumento, por ejemplo, cumple las especificaciones de fábrica.

Recordemos que conocer estos conceptos es fundamental no solo para el mundo de la Metrología, sino que hoy gran parte de las Normas de Calidad, Seguridad, Ambiente y otras especificas exigen la calibración de los instrumentos utilizados en sus procesos.

Fuente: KAIGroup

Sobre IDELAB:

Con el objetivo de que conzca ¿Cómo trabajamos?, ¿Qué ofrecemos? y ¿Por qué elegirnos?, puede visitar la sección Empresa donde ampliará la información sobre nuestra filosofía.